miércoles, 21 de septiembre de 2011

HAZ EL AMOR Y NO LA GUERRA

Haz el amor y no la guerra. Muy pocas veces se prodiga esto teniendo en cuenta los grandes intereses económicos que traen de cabeza al género humano,sobre todo,de la mano de los hombres y no de las mujeres . Si al final, va a ser cierto que, "detrás de un hombre siempre  hay una gran mujer". Al menos, si ellas tuviesen la sartén por el mango en muchas cuestiones, la humanidad sería más civilizada, sería más proclive a crear que a destruir, aunque el hombre crea que muchos de los problemas vengan de ellas,sin ningún genero de duda ahí está el defecto, en pensar así.

Con esto no quiero decir que el hombre es un espécimen que  lo único que hace es degenerar la especie humana, más bien,hay unos cuantos que son  un poco sordos, tozudos y brutos, y otros, no tanto; y por otro lado  tampoco quiero decir que no haya mujeres más superficiales que un día con desayuno en Tyffany´s.Gracias a Dios, el hombre está dotado de sensibilidad, sobre todo, cuando las consecuencias de sus acciones inadecuadas y provistas de poco sentido común, le conducen a la desesperación y  llanto, lamentos recogidos por su paño de lágrimas,como siempre, la mujer.

El hombre,a pesar de la "igualdad occidentalizada", está en la carrera de ser más duro, más fuerte, superior, cree tener la gran responsabilidad de dirigir los designios de la humanidad, en ellos está la obligación de ser héroe y villano, de propagar los valores "ejem ecuánimes" y dejar constancia su importancia en la supervivencia del género humano. Entretanto, no deja de quejarse, y quién le escucha es la mujer, la que tiene que aguantar todo tipo de delirios de grandeza y verborrea. Solo el hombre transforma su saber escuchando, en esta caso a la mujer, desde su madre hasta su pareja , de esta manera tendrá un punto de vista vital para generar soluciones más eficaces y por ende un mundo mejor.

Ahora, si se ponen brutos,dejando  de lado barbarie humana que pueda llevar a destrozar la vida de una mujer,las mujeres pueden tener una regla básica para evitar todo tipo de conflicto que pueda ser resuelto por los hombres por medio de la fuerza, y eso es privandoles de sexo.  Vale de ejemplo un conflicto de dos poblados en Mindanao, Filipinas, los hombres de ambos lugares estaban decididos a solucionar sus conflictos con el uso de las armas, pero en este caso la solución la tuvieron sus mujeres.Ellas tenían claro que  la conservación y reconstrucción de sus respectivas comunidades pasaba por que las escuchasen, pero para ello han tenido que gritar alto,y de que mejor manera que privando al  hombre de sexo,¿cómo?, obviamente,haciendo una "huelga de sexo"; y, aunque no todo es sexo, el hombre en muchas ocasiones  claudica ante su simplicidad y la mujer lo sabe.

Aquí os dejo un vídeo que ilustra el caso,sin sexo, claro:




No hay comentarios:

Publicar un comentario