Vaya rollo!,mejor hablemos de la experiencia de como se pudre tu comida por no consumirla, en lo poco que pensamos en dar comida al necesitado, tampoco digo que comamos más de la cuenta, eso generaría un problema de salud amén de un gasto sanitario público o privado. El pretexto es la cantidad de comida que tenemos en los estantes de los supermercados y como amontonamos el carrito de 2x1, 3x2, o cualquier otra combinación de oferta promocional. La compra siempre con cabeza ...
A muchos nos fastidia tirar la comida y más con los tiempos que sobrevuelan a modo de bombardero y sus bombas de incertidumbre y carencia,pero ante algo más que caducado que la prueba de antivirus, no queda más remedio que tirarlo a la basura.Tampoco lleguemos a obsesionarnos con que vamos a intoxicarnos con un consumo posterior a la fecha de caducidad, siempre que no sobrepase un tiempo considerable , en muchos casos hay un consumo garantizado del producto con todas sus propiedades gustativas.
No hace mucho tiempo nuestro ministro Arias Cañete afirmo tal evidencia, aunque todavía estoy esperando a que cunda ejemplo como en otros países donde rebajan el precio de los productos a punto de caducar en los supermercados como es en el caso del Reino Unido - God Bless the chicken and Bacon sandwich just 1 pound- , y en Grecia donde desde hace poco los supermercados venden los productos caducados a un precio ostensiblemente inferior. En España el 78% de los supermercados retira alimentos caducados y sólo un 20% los da a una ONG. Entiendo que la solidaridad va más alla de una ética consumista donde los productos son un mero artificio reflejo de una sociedad, como la española, que prevalece más el continente que el contenido. Ante todo esto, un marketing S.O.S que satisfaga las necesidades con sentido común.
No hace mucho tiempo trabajé mucho con empresas de catering y veía como tiraban grandes cantidades de comida,que en algún tiempo se daba asociaciones de acogida, pero por cuestiones de sanidad decidieron por sistema deshacerse de ella antes de provocar cualquier perjuicio para la salud de los necesitados. Por entonces era un testigo y cómplice de un drama -mientras rugían mis tripas- y me venía a la memoria las propagandas de The Ministry of Food institución británica que educaba a la gente a hacer un consumo sensato, a ser autosuficientes y a no malgastar los recursos disponibles. Por un consumo sensato y una solidaridad con los mas necesitados:
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