Cada día que me levanto, dada mi condición de parado,puedo contemplar como el país y sus políticos nos tienen en la UVI con todos los artificios para mantenernos con vida. No hace mucho tiempo que la política española dejo de ser una política de discurso decrépito y retrogrado sin más cuidado que el dar cuenta de las rencillas del pasado amén dar alimento a los hijos caprichosos (por no decir victimas del pasado) de la reina madre España.
Que todo tiene que cambiar en España es bastante claro, pero parece que queremos que esta revolución empiece desde arriba, desde los políticos, sindicatos...pero esto no puede ser así. Una vez más, todo tiene que empezar desde abajo, el pueblo, que no populus, guiado siempre por el sentido común de la humanidad y la protección de los derechos fundamentales para una vida digna dejando de lado lo que nuestros políticos quieren, crispación y un entorno enfermo de rencor y depresión post.
Vida digna,eso es lo que está pidiendo muchas familias españolas, como cualquier enfermo que padece el sufrimiento sin paliativo que lo reduzca, el discurso de nuestros políticos está generando una metástasis de pronóstico grave.Los portavoces políticos no tienen ninguna fe de hacer eco del verdadero problema de los españoles, saben que la raíz de todo esto están en ellos que, desde su poltronas, contemplan el insidioso panorama con una certidumbre de que su vida y bienestar son más seguras que la de los demás.
Aunque parezca mentira, podemos estar ante un bonito momento de nuestra historia, de revivir el muerto y que empiece a dar síntomas de respiración espontánea con la ayuda de todos, de generar un entorno optimista y solidario,no hay mal que por bien no venga.
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